Pie de limón
por Veronica23 de Octubre de 2006
Postres, Recetas | 6 comentarios | Trackback


El pie de limón es uno de mis postres favoritos, aprendí a hacerlo cuando tenía 10 años, ayudándo a mi madrina Blanca Piñango a preparar mini pies en mis vacaciones en Puerto La Cruz.
Siempre ha sido el postre perfecto para todas las ocasiones, he impresionado a muchas personas en cumpleaños, fiestas, cenas y despedidas. Además es muy refrescante por el toque que le da el limón y saludable porque viene cargadito de vitamina C!
Hay millones de variantes en la manera de preparar un pie de limón, esta me gusta mucho porque es bien fácil y rápida.
Ingredientes
- un paquete de galletas María (250 gramos)
- 6 a 8 limones
- 2 latas de leche condensada (400 gramos)
- 150 gramos de mantequilla sin sal
- ralladura de la corteza de un limón bien verde
Preparación
Base
Se trituran las galletas maría (bien trituradas pero no hasta el punto que parezca harina). Se deja suavizar la mantequilla a temperatura ambiente (jamás se debe derretir ni calentar) y se añade a la galleta triturada mezclando hasta que se unifiquen. Se enmantequilla y enharina un pyrex para pie y cuidadosamente se va colocando la galleta adheriendola al molde.
Se precalienta el horno a 120° C y se mete la base de 15 a 20 minutos. Se saca del horno y se deja refrescar por un rato (10 minutos aproximadamente).
Relleno
Se exprimen los limones hasta obtener suficiente jugo. En un envase aparte se vacían las dos latas de leche condensada.
Poco a poco y moviendo con un tenedor para ir mezclando se va añadiendo el jugo de limón a la leche condensada, probando cada vez para medir el gusto que le da el limón, si lo prefieren más cargado de limón vayan añadiendo y probando hasta que sea suficiente para su gusto. Se debe esperar un rato para que el limón corte la leche condensada y tome una consistencia más espesa.
Se coloca el relleno sobre la base ya prehorneada y se vuelve a meter al horno, esta vez por 10 ó 15 minutos máximo. Si se deja mucho tiempo en el horno el relleno se cocina y sabe malísimo. La idea es que se caliente un poco para que tome una consistencia más durita.
Luego se saca y se deja reposar al aire libre hasta que la temperatura del pyrex permita que se pueda meter a la nevera. Se esparce la ralladura del limón sobre el pie para adornarlo (también se puede adornar con nata y una manga).
¡Una vez frío ya está listo!